Las autoridades de Ecuador descubrieron un cargamento de 950 bloques de presunta cocaína escondidos dentro de latas de atún que tenían como destino final Francia. La incautación se produjo en un puerto del sur de Guayaquil durante un operativo coordinado entre la Policía Nacional y la fiscalía general del Estado, que culminó con una persona detenida.

Este caso pone en evidencia una práctica cada vez más recurrente: el uso de envases metálicos, especialmente de conservas, como escondites para el tráfico internacional de drogas. La apariencia ordinaria de las latas y su cierre hermético las convierten en un vehículo ideal para pasar desapercibidas en los controles fronterizos y aduaneros.