Una serie limitada de latas de té helado que contenían rastros de ADN del icónico músico Ozzy Osbourne se agotó poco después de salir a la venta, a un precio de 395 euros por unidad. La iniciativa, impulsada por la empresa de bebidas Liquid Death bajo el nombre Infinite Ozzy, generó un intenso debate en redes sobre la posibilidad —por ahora hipotética— de clonar al legendario líder de Black Sabbath.

Según informó la compañía, se produjeron únicamente 10 unidades, cada una envasada herméticamente tras ser utilizada por el propio Osbourne, quien bebió directamente de las latas antes de sellarlas. Estas contienen restos de saliva del cantante, además de su firma original, lo que garantizaría la presencia de material genético.

En tono irónico, la campaña publicitaria sugiere que, en un futuro, podría recrearse una versión del Ozzy de los años 80 “para cortar el césped o animar fiestas infantiles”. El anuncio concluye con una frase provocadora: “Cuando la ley y la tecnología lo permitan, podrás replicar a Ozzy y disfrutarlo durante cientos de años”.

Consultado sobre el tema, Osbourne respondió con su característico humor ácido: “Clónenme, malditos”.

Por otro lado, el artista de 76 años se prepara para su regreso a los escenarios el próximo 5 de julio en Birmingham, durante el concierto final de Black Sabbath titulado Back to the Beginning. Tras un largo periodo de fisioterapia, los seguidores esperan verlo actuar nuevamente junto a sus antiguos compañeros de banda