‘Hacia un comercio de aluminio más justo y más limpio, sobre los desafíos actuales en el comercio mundial del aluminio’. Este es el título del informe que la Asociación del Aluminio, el Aluminio Europeo, la Asociación del Aluminio de Canadá y la Asociación del Aluminio de Japón han emitido recientemente y de manera conjunta para exigir la toma de medidas por parte de los responsables de comercio en relación a las distorsiones en los mercados internacionales del aluminio.

El citado escrito menciona datos de la OCDE que revelan cómo los subsidios estatales masivos, especialmente en China, han distorsionado las cadenas de suministro de aluminio y dañado el medio ambiente. La sesión informativa se compartió con los principales ministros de comercio de todas las naciones del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos).

En dicho informe manifiestan la preocupación por la competencia en los mercados internacionales que es compartida por muchos gobiernos y sectores empresariales, en parte debido a la necesidad de actualizar las normas del comercio internacional en lo que respecta a las subvenciones nacionales y otras ayudas que distorsionan el mercado.

La OCDE ha examinado en profundidad las distorsiones en los mercados internacionales del aluminio. En 2019, este análisis ilustró la importancia de las fuerzas no relacionadas con el mercado que contribuyen a aumentar y capacidad de producción más concentrada en el sector del aluminio. Entre 1995 y 2020, China pasó de ser un actor global relativamente menor a convertirse en el mayor productor mundial, por un amplio de alúmina, aluminio primario y productos semifabricados de aluminio. En la actualidad, China representa el 58% de la producción mundial.

“Están en riesgo nuevas oportunidades económicas en sectores estratégicos. La cadena de valor del aluminio opera en un mercado global en crecimiento, con una demanda que se espera que aumente hasta un 80% en 2050. Más allá de su más allá de su base de fabricación tradicional, la industria está preparada para ser una fuente crítica de componentes esenciales de componentes esenciales para vehículos ligeros, sistemas de energía renovable, edificios inteligentes y de consumo”, añaden.

En 2021, la OCDE analizó en profundidad el apoyo gubernamental prestado a través de la financiación por debajo del mercado a más de 300 empresas de 13 sectores industriales. Este análisis incluyó a 32 empresas de aluminio con una con una cuota combinada del 70% del mercado mundial. Durante la última década, los gobiernos proporcionaron de préstamos por

Estos elevados niveles de ayuda desplazan la producción de empresas no subvencionadas que no pueden competir con los de las empresas no subvencionadas, incapaces de competir con los profundos bolsillos del Estado, reducen su rentabilidad a corto plazo, desalientan nuevas inversiones privadas y amenazan su viabilidad a largo plazo.

En Estados Unidos, Europa, Canadá y Japón, la industria emplea directamente a casi 500.000 trabajadores e indirectamente apoya otros 1.300.000 empleos y más de 200.000 millones de dólares de producción económica. Se trata de puestos de trabajo bien remunerados para trabajadores cualificados, a menudo en zonas rurales y con alto nivel de desempleo.

En Europa operan 600 plantas en 30 países, que mantienen 1.000.000 de empleos directos e indirectos, mientras que en Japón operan 84 plantas y más de 2.400 empresas a lo largo de la cadena de valor del aluminio con 99.000 puestos de trabajo. En EE.UU., 660.000 puestos de trabajo y salarios por un total de 44.700 millones de dólares dependen de una cadena de valor del aluminio integrada regionalmente.

En Canadá operan nueve fundiciones con 8.800 trabajadores y suministran el 55% de las importaciones estadounidenses de aluminio no forjado. El 55% de las importaciones estadounidenses de aluminio en bruto.

Por último, dicho informe concluye señalando que “necesitamos la libertad de construir cadenas de suministro que sean sólidas y resilientes, en un entorno donde las políticas públicas sean transparentes, predecibles y no discriminatorias. Estas condiciones son esenciales para incentivar las enormes inversiones privadas que se requieren para descarbonizar nuestro sector, sostener nuestro medio ambiente, fortalecer la resiliencia de nuestros ecosistemas industriales y continuar brindando buenos empleos”.