La Rondeña, reconocida empresa sanluqueña especializada en repostería tradicional, ha presentado una nueva colección de envases metálicos decorados que rinden homenaje a enclaves históricos del patrimonio andaluz. Entre las ilustraciones destaca la imagen del Gallo Azul, símbolo emblemático del centro de Jerez, junto a una representación del conjunto monumental de la Catedral de la ciudad.

Los nuevos envases —lanzados bajo la marca La Dulcería— no se limitan a representar escenas de Jerez. También incluyen ilustraciones del Teatro Falla y la Catedral de Cádiz, Las Covachas y el Palacio de Orleans de Sanlúcar, así como la Plaza de España y la Catedral de Sevilla. La propuesta combina así tradición pastelera y arte visual con una mirada hacia el legado cultural del sur de España.

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El gesto ha motivado nuevas iniciativas de reconocimiento institucional y la empresa será propuesta para ser reconocida por su trayectoria de la empresa y su contribución al tejido identitario local. La firma ya fue distinguida anteriormente con la Bandera de Andalucía.

La historia de La Rondeña se remonta a la figura de Juan Jiménez Domínguez, joven natural de Ronda que inició su actividad en el sector pastelero con apenas 19 años en el obrador La Rosa, en Sanlúcar de Barrameda. En 1961 fundó su propio negocio, instalando su primer taller en una estancia de su vivienda. A partir de entonces, comenzó a comercializar productos como el desayuno y la masa real, que con el tiempo se convertiría en la elaboración más representativa de la casa.