Speira avanza en su transformación de un modelo de producción primaria de aluminio hacia una economía circular, con una inversión de 40 millones de euros en su planta del Rin. La compañía espera reducir hasta 1,5 millones de toneladas de CO₂ al año mediante la ampliación de su capacidad de reciclaje y la instalación de un nuevo horno exclusivo para chatarra, que comenzará a operar a principios de 2026.
El proyecto incluye la reconversión de uno de los cuatro hornos de fundición existentes para aleaciones recicladas y la finalización de un nuevo almacén de chatarra que ocupa un tercio de la antigua fundición. La instalación permitirá un almacenamiento y muestreo más eficiente de los residuos postconsumo, aumentando la disponibilidad de materia prima para todos los hornos de reciclaje.
Daniel Rinkert, miembro del Bundestag y portavoz adjunto de Clima y Medio Ambiente del SPD, destacó que “Speira demuestra cómo la transformación puede generar nuevo impulso económico. La fiabilidad y la previsibilidad son esenciales para este proceso, y nuestro papel es apoyar a las empresas para que no se vean frenadas por saltos en los precios de emisiones ni retrasos burocráticos”.
El mercado de latas de bebidas será un ejemplo clave del impacto de la transformación, ya que las latas completan un ciclo de producción, consumo y reciclaje en apenas 60 días. Esto permite que el aluminio pase varias veces por los hornos de Speira, maximizando la eficiencia de sus tecnologías avanzadas. Bajo el paraguas de European Aluminium, la compañía también colabora en investigación de aleaciones más reciclables y en sistemas de depósito y recogida que fomenten la recuperación de este metal ligero.
Boris Kurth, responsable de latas de bebidas y del Rheinwerk, señaló que “los pabellones largos de la planta nos permiten planificar a gran escala. Esta nueva instalación de chatarra amplía la capacidad de todos nuestros hornos de reciclaje y nos ayuda a aprovechar mucho más los residuos postconsumo”.