La Coca-Cola en lata ofrece una experiencia más fresca y efervescente en comparación con otros envases, gracias a su capacidad para mantener la carbonatación y preservar el sabor original, según explica el químico de alimentos y envases Robert Barker, de la Universidad de Kent.
El experto señala que, mientras la carbonatación disminuye con el tiempo en botellas de plástico, las latas de aluminio cuentan con un revestimiento interno que evita la pérdida de gas, lo que se traduce en un refresco más burbujeante al abrirlo. Además, a diferencia del plástico, el aluminio no altera el sabor de la bebida.
Aunque el vidrio es más eficiente para mantener el frío, las latas también logran transmitir esa sensación de frescura durante un tiempo considerable. Otros factores, como el tamaño de la boca del envase, influyen en la percepción de la bebida, potenciando el aroma y la efervescencia en cada sorbo.
Barker añade que incluso la Coca-Cola servida de grifo puede percibirse diferente, ya que se suministra de manera presurizada y más inmediata, acercándose más a su sabor original.
En resumen, las latas de Coca-Cola destacan por ofrecer una experiencia consistente y refrescante, conservando la efervescencia y el sabor tal como fueron concebidos.











