En la cumbre mundial de acción climática celebrada recientemente en Dubái, conocida como COP28, la industria del aluminio fijó una meta ambiciosa: lograr un reciclaje del 100% de las latas de bebidas hechas de este material para el año 2050. Esta iniciativa forma parte de los esfuerzos por aumentar la circularidad en sectores que son responsables de altas emisiones de gases de efecto invernadero.


Se estima que la demanda global de aluminio aumentará en un 40% para el año 2030. Para cumplir con este ambicioso objetivo de manera sostenible, resulta necesario aumentar la producción de aluminio libre de carbono y con trazabilidad en sus emisiones. Por ello, es importante hacer una transición hacia la producción de aluminio reciclado con bajas emisiones de carbono, ya que solo utiliza el 5% de la energía requerida en la producción de aluminio virgen.


Además, según un reciente informe, el reciclaje de latas de aluminio utilizadas puede tener un gran impacto en la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se estima que para dentro de siete años, se podrían reducir hasta 60 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente si se lleva a cabo un proceso adecuado y global de reciclaje de estas latas usadas.


Sin duda, es un objetivo ambicioso y significativo. La industria del aluminio está trabajando para aumentar las tasas de reciclaje de latas de bebidas de aluminio. Según la Asociación de Latas de Bebidas, la tasa de reciclado de latas de bebidas en España se situó por encima del 72% en 2021.