El aluminio europeo tiene una huella de carbono hasta un 60% inferior al resto del mundo, gracias al uso cada vez mayor de energía de bajo carbono en las plantas de fundición, según el informe de Perfil Ambiental 2024 que acaba de ser publicado por European Aluminium. El informe también destaca que en 2023, el 78% de la electricidad utilizada en la producción de aluminio primario en Europa provino de fuentes renovables, en comparación con el 67% en 2015. La eficiencia energética y al uso creciente de electricidad de bajo carbono son los factores que influyen en estos datos.
No obstante, los resultados también subrayan la necesidad urgente de apoyo político para mantener la producción de aluminio de bajo carbono en Europa y mitigar la creciente dependencia de importaciones con alta huella de carbono. En concreto, aseguran que el hecho de importar hasta un 51% de aluminio favorece la huella de carbono europeo, pero no así la de los países exportadores con escasos protocolos de protección medioambiental.
La reducción de la huella de carbono del aluminio primario europeo es un 5% menor que en 2015. En 2023, las emisiones de carbono del aluminio primario europeo se redujeron a 6,3 kg de CO₂ por kg, frente a los 6,7 kg de CO₂ en 2015. Este progreso se basa en una tendencia más larga, con una reducción de más del 50% en las emisiones desde 1990.
Actualmente, el aluminio primario europeo tiene una huella de carbono casi un 60% inferior al promedio mundial, gracias al uso cada vez mayor de energía de bajo carbono en las plantas de fundición.
Las emisiones de carbono derivadas de la refundición del aluminio también disminuyeron un 22%, mientras que las emisiones de refinación se redujeron un 4%. El reciclaje sigue siendo un pilar fundamental de la sostenibilidad del aluminio, ya que utiliza solo el 5% de la energía necesaria para la producción primaria. También se lograron importantes mejoras ambientales en los procesos de semielaboración, como el laminado, la producción de láminas y la extrusión, reduciendo el Potencial de Calentamiento Global (GWP) en la extrusión en un 44%, reflejando ganancias sustanciales en eficiencia energética en toda la cadena de valor.
Paul Voss, director general de European Aluminium, afirmó: «Si queremos alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, tanto la industria como los legisladores deben intensificar sus esfuerzos. La industria ha logrado avances significativos, pero estamos alcanzando los límites de lo que las tecnologías actuales pueden ofrecer. Los legisladores de la UE deben implementar una política industrial sólida, acelerar la transición hacia energía limpia y asequible, y fomentar inversiones en tecnologías innovadoras y reciclaje. Sin acciones audaces en los próximos cinco años, Europa corre el riesgo de depender por completo de importaciones de alto carbono, poniendo en peligro tanto nuestra autonomía estratégica como la transición verde.»”.