En pasados días se ha celebrado la Cumbre del Reciclaje en Estados Unidos en Anaheim, California. Este encuentro se ha centrado en determinados aspectos de la responsabilidad extendida del productor, una práctica cada vez más habitual, donde los fabricantes se encuentran ampliamente concienciados. De hecho, cinco estados están trabajando en implementar leyes al respecto. Dan Felton, el director ejecutivo de Ameripen, calificó que la tasa de cambio como «bastante notable» y dijo que los asistentes que no estaban familiarizados con el tema deberían ponerse al día cuanto antes.
En estos momentos las marcas tienen que averiguar cómo recopilar con precisión los datos necesarios para informar al sistema y seguir cumpliendo con la normativa. Algo que se complica cuanta más diversidad encierre una misma marca, tal y como ha asegurado Neil Menezes, gerente de políticas de sostenibilidad de empaques de General Mills y vicepresidente de la junta directiva de Circular Action Alliance.
Neiñ añadió que: «normalmente no hacemos un seguimiento del peso del embalaje, sino de los palés, las cajas, las unidades», dijo. «Encontrar una manera de convertir eso a un peso de diferentes tipos de envases es un ejercicio complejo. Necesitamos, efectivamente, algún tipo de peso unitario por componente, y asegurarnos de multiplicarlo cuidadosamente para obtener los pesos reales que necesitamos informar a la jurisdicción».
De momento, en Estados Unidos, hay muchas lagunas aún e incógnitas a resolver en cuanto al asunto del EPR y urge resolverlas para implementar este sistema. En estos momentos aún existe mucha confusión sobre exactamente lo que depara el futuro para las marcas, los proveedores de envases y los posibles cambios que deben realizarse en las operaciones y los envases. Y el hecho de que cada estado esté desarrollando su propio sistema individual de responsabilidad ampliada del productor, sin que se vislumbre un sistema nacional, no hace más que aumentar la incertidumbre generalizada.
El desarrollo de sistemas y objetivos eficaces de recopilación de datos debería ser el núcleo de un sistema de responsabilidad ampliada del productor.
Lograr la armonización de las partes involucradas en todos los aspectos del EPR — y en cada estado que implementa el EPR — se está convirtiendo en un punto conflictivo. Es preciso, concluyen los productores, llegar a un equilibrio entre lo que demandan los estados y las partes interesadas.