La compañía Shanghai Keichuang, propietaria de la globalmente conocida conservera Hijos de Carlos Albo anunció que traslada la producción de Celeiro a una nueva planta en Salvaterra do Miño (Pontevedra), lo cual hace que la planta de Celeiro también se cierre. Esto repercute en otro cierre: la planta Vigo se trasladará a un nuevo lugar.
Los trabajadores que no alcanzan la edad avanzada se encuentran esperando sentados en círculos a que se inicien las negociaciones de sus transferencias o sus indemnizaciones en caso de que ellos opten por rechazar esa oferta.
En la planta de Celeiro se trabaja el 50% de las personas en este pequeño pueblo que es para abastecer con los productos principalmente el puerto. Por otro lado, dos empleados a cargo del sector de descarga y cargas son tratados como últimos ejemplares.
La cadena prevé enviar personal para cargar a las máquinas durante las vacaciones de las mujeres que trabajan en la fábrica de aceite, así que estiman el cierre después del verano. En 2016, la compañía china Shanghai Kaichuang compró tres plantas productoras de Acel en Vigo, Tapia y Celeiro. Imaginen lo que pasaría si terminaran con esto.