El gigante alimentario Kraft Heinz Co. confirmó que mantiene el calendario previsto para dividir su negocio en dos compañías cotizadas, aunque revisó a la baja sus previsiones financieras para el ejercicio 2025 tras presentar unos resultados débiles en el tercer trimestre.
Según lo anunciado en septiembre, la empresa se separará en Global Taste Elevation Co., que agrupará marcas icónicas como Heinz, Philadelphia y Kraft Mac & Cheese (con ventas de 15.400 millones de dólares en 2024), y North American Grocery Co., que incluirá Kraft Singles, Lunchables y Oscar Mayer (con ventas de 10.400 millones de dólares).
El CEO Carlos Abrams-Rivera aseguró que los preparativos para la escisión avanzan conforme a lo previsto y que el proceso se completará en la segunda mitad de 2026, una vez obtenga la aprobación final del consejo de administración. “La separación permitirá que cada negocio se centre mejor en sus recursos, mejore la ejecución y reduzca la complejidad”, afirmó.
No obstante, las presiones del mercado, la inflación y un impacto fiscal adverso llevaron a la compañía a ajustar sus previsiones. Ahora espera un beneficio ajustado por acción (EPS) de entre 2,50 y 2,57 dólares, frente a los 2,51-2,67 dólares estimados previamente, y una caída orgánica de ventas netas de entre 3% y 3,5%, ligeramente peor que el rango anterior.
El director financiero, André Maciel, explicó que la revisión se debe al menor crecimiento en mercados emergentes, especialmente en Indonesia, y a la presión persistente en el consumo estadounidense, donde la industria de alimentación muestra signos de debilidad.
En el tercer trimestre, finalizado el 27 de septiembre, Kraft Heinz registró un beneficio neto de 613 millones de dólares (52 centavos por acción), frente a las pérdidas de 290 millones del año anterior. Sin embargo, el beneficio ajustado cayó a 721 millones (61 centavos por acción), desde los 913 millones de 2024, por debajo de las expectativas de Wall Street.
Los ingresos netos disminuyeron un 2,3% interanual, hasta 6.240 millones de dólares, con una reducción orgánica del 2,5% debida a un descenso del 3,5% en volumen y una ligera subida del 1% en precios. Abrams-Rivera reconoció que el rendimiento trimestral estuvo “ligeramente por debajo de lo esperado”, en parte por una actividad promocional más prolongada en la categoría de embutidos y por la ralentización en Indonesia.
En Norteamérica, las ventas bajaron un 3,8%, hasta 4.640 millones de dólares, debido a la caída en productos de charcutería y consumo fuera del hogar. El beneficio operativo ajustado en la región se redujo cerca del 18%, afectado por la inflación de materias primas, especialmente carnes y café.
Aun así, la empresa destacó avances en categorías estratégicas como queso crema, aderezos, kétchup y mostaza, donde logró ganar cuota de mercado en septiembre. Abrams-Rivera subrayó que el grupo mantiene su compromiso con la eficiencia y la inversión a largo plazo: “El próximo año será decisivo para preparar la separación. Queremos que ambas compañías nazcan fuertes y listas para crecer de forma sostenible”.












