Cuando las botellas se llenan a altas capacidades, el líquido puede salpicar y salir del envase, afectando tanto la eficiencia como la higiene del proceso. Para prevenir esto, KHS realiza complejos cálculos desde la fase de diseño de sus máquinas.
Para garantizar un llenado seguro y minimizar pérdidas, es necesario considerar la física del líquido. Durante el paso del envase desde la estrella de transferencia hasta el sistema de cierre, las altas velocidades de rotación generan fuerzas centrífugas que pueden provocar salpicaduras. Aunque se trate de solo unas gotas por lata, con hasta 90.000 llenados por hora, el volumen de producto perdido puede ser significativo.
La higiene también se ve afectada: los derrames de bebidas azucaradas ensucian los cuellos y tapones de las botellas, incluso pudiendo generar moho, y al mismo tiempo contaminan la propia máquina, incrementando la frecuencia de limpieza y reduciendo el tiempo de producción.
Dos tipos de parámetros clave
Desde 2013, el ingeniero de desarrollo de KHS, Dominik Weirich, utiliza cálculos CFD (Dinámica de Fluidos Computacional) para anticipar y controlar el efecto del líquido en movimiento.
“Con mayores rendimientos de llenado, la tecnología se acerca a sus límites físicos, por lo que debemos considerar las salpicaduras al diseñar la máquina”, explica Weirich.












