La migración no solo responde a factores económicos, sociales o políticos: también puede abrir nuevas oportunidades para experimentar sistemas innovadores en otros países. Ese es el caso de Marc, un joven español que vive en Islandia y comparte su experiencia en TikTok bajo el perfil @mcfingers.
En su video, Marc explica cómo participó en un sistema de depósito reembolsable por envases de aluminio. Durante el verano, acumuló 486 latas, que luego depositó en una máquina automatizada en un centro oficial de reciclaje. Tras procesarlas, recibió un recibo que indicaba la cantidad total recogida y, días después, la confirmación del valor monetario: 74 euros, aproximadamente 0,15 € por lata.
Marc ha destacado la eficiencia y organización del sistema islandés en comparación con los modelos de reciclaje de España donde “entidades como Ecoembes” concentran los beneficios.
La experiencia de Marc evidencia que políticas medioambientales que incentivan el reciclaje con recompensas económicas no solo fomentan la sostenibilidad, sino que también generan un ingreso adicional tangible para los ciudadanos, convirtiéndose en un ejemplo a seguir para otros países.