El 1 de febrero de 2024, Irlanda puso en marcha su sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) para envases de bebidas de un solo uso, convirtiéndose en el 16.º país europeo en adoptarlo. Un año después, se alcanzó un hito al recuperar el envase número 1.000 millones en una tienda Lidl en Dublín, un logro significativo para una nación de 5,3 millones de habitantes.

A diferencia de otras experiencias más complicadas, como la de Escocia, la implementación irlandesa ha sido fluida, sirviendo de referencia para países como Inglaterra y Gales, que prevén introducir modelos similares.

El sistema abarca botellas PET y latas de aluminio entre 150 ml y 3 litros, con depósitos de 15 o 25 céntimos según el tamaño. Actualmente, cuenta con más de 3.200 puntos de recogida, tanto automáticos como manuales, y más de 9.800 productos registrados. Desde su lanzamiento, se han recuperado más de 1.200 millones de envases, según datos de Sensoneo, la empresa tecnológica responsable del sistema informático que lo gestiona.

Sensoneo ha implementado soluciones similares en otros ocho países, y su plataforma basada en la nube permite una gestión eficiente y transparente. Según Alan Pearson, responsable del operador irlandés Re-turn, la tecnología ha sido clave para la eficacia del sistema, facilitando su escalabilidad. Por su parte, el CEO de Sensoneo, Martin Basila, destaca que este modelo demuestra cómo un SDDR bien gestionado puede lograr altas tasas de recogida y satisfacción ciudadana.

Irlanda continúa ampliando su red de puntos de devolución para facilitar el reciclaje en lugares como aeropuertos, hospitales, prisiones, estadios y oficinas públicas, reforzando así su compromiso con la economía circular.