En una carta enviada a los funcionarios comerciales de Canadá, México y Estados Unidos, la Asociación del Aluminio, el Instituto Mexicano del Aluminio y la Asociación del Aluminio de Canadá manifestaron su deseo de mantener el libre comercio sin aranceles, así como un mayor control en las importaciones y una aplicación más rigurosa de las normas comerciales

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La reunión se llevó a cabo en Ciudad de México con el objetivo de discutir el pasado y futuro de la relación comercial de aluminio en América del Norte. En una carta reciente se mencionó que desde hace mucho tiempo las industrias han contado con el comercio entre países de América del Norte para producir algunos de los mejores productos de aluminio con un bajo nivel de carbono en el mundo.


Canadá y México son los principales socios comerciales de aluminio de Estados Unidos, ocupando el primer y segundo lugar respectivamente. Durante el año 2022, se registró un comercio por más de 47.000 millones de dólares en toda la región en relación a este material y sus productos.
Antes de que se lleve a cabo una revisión obligatoria del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, la industria estadounidense del aluminio está solicitando varias medidas.


Desde estas asociaciones señalan que es crucial que continúe el comercio libre de aranceles de aluminio en América del Norte, ya que esto permite a cada país enfocarse en sus fortalezas y aprovechar las ventajas únicas de las empresas de aluminio en los otros países. El mantenimiento de las exenciones arancelarias para Canadá y México es beneficioso para todo el sector en la región. Sin embargo, la presentación de un caso comercial por parte de productores estadounidenses de extrusión de aluminio contra 15 países, incluido México, amenaza con afectar negativamente la cooperación y asociación entre las industrias del aluminio en los tres países.
Después de que se llegara a un acuerdo para eliminar los aranceles de la Sección 232 y se firmara el T-MEC, cada país acordó establecer un proceso conjunto para monitorear el comercio de aluminio y acero entre ellos. Sin embargo, mientras Estados Unidos y Canadá han implementado programas mejorados de monitoreo de importaciones, México aún no lo ha hecho. Se hace un llamado al gobierno mexicano para que prontamente ponga en marcha este programa y cumpla con su compromiso mutuo según lo establecido en la carta conjunta de exención de la Sección 232.


En la región, es crucial trabajar juntos para combatir el comercio ilegal y desleal de aluminio que ha afectado a la industria global en los últimos años. Tanto Estados Unidos como México han sido víctimas de un gran esquema de transbordo de aluminio chino durante la década del 2010, donde grandes cantidades de este producto se camuflaban como otro para evitar el pago de aranceles por cientos de millones. En los últimos tiempos, ambos países tuvieron éxito en llevar a cabo casos antidumping y derechos compensatorios contra el aluminio chino implicado en prácticas comerciales deshonestas. Es fundamental mantener una estrecha vigilancia y cumplimiento a las leyes internacionales del comercio en esta industria.

«Es importante que nuestros gobiernos continúen brindando apoyo a la industria del aluminio en su búsqueda por reducir las emisiones de carbono y promover la sostenibilidad. Esto incluye la investigación de nuevas técnicas de producción y el fomento del reciclaje. La producción de aluminio en América del Norte es una de las más ecológicas del mundo, habiendo disminuido sus emisiones de carbono en más del 50% desde 1991. Además, el aluminio juega un papel fundamental en la transición hacia una energía más limpia en áreas como el transporte, la construcción y el embalaje», indicaron.


Durante el año 2019, las organizaciones de aluminio en América del Norte se unieron para apoyar la eliminación de los aranceles impuestos bajo la Sección 232, los cuales afectaban a las importaciones de aluminio en esa región.


Los aranceles que se aplicaban antes del T-MEC, el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá que entró en vigencia en 2020, fueron eliminados. Sin embargo, este acuerdo tendrá una revisión obligatoria en 2026 para decidir si se renueva o no. Esta revisión comenzará a analizarse el próximo año.