El parque industrial de fundiciones de acero y aluminio en Estados Unidos es insuficiente para las necesidades del país. Por ello, las primeras medidas arancelarias de Trump podrían afectar negativamente a las empresas de envasado metálico, especialmente a pequeños productores artesanales de alimentos y bebidas. El presidente busca reducir la dependencia exterior mediante la creación de nuevas fundiciones de aluminio, retomando políticas proteccionistas del siglo XIX con su lema «Hacer América grande de nuevo».

La Casa Blanca ya ha firmado un acuerdo por 10 años y $1.4 billones con los Emiratos Árabes Unidos para construir una planta de aluminio liderada por Emirates Global Aluminium. Será la primera nueva fundición de aluminio en décadas en EE. UU. Century Aluminum también planea construir otra planta próximamente.

La Asociación del Aluminio apoya estas iniciativas, centrando su atención en el suministro de aluminio primario y reciclado, y en la seguridad de la cadena de suministro. En paralelo, Chance Aluminum desarrolla una planta de laminado en Pennsylvania que podría generar entre 300 y 400 empleos. El comisionado local, Scott Metzger, señaló que revitalizaría la industria y reduciría la dependencia de importaciones baratas.

Los esfuerzos antidumping han sido clave para fortalecer el mercado nacional. Tras el receso de abril, se espera que los republicanos en la Cámara y el Senado lleguen a un acuerdo sobre el proyecto de reconciliación presupuestaria de Trump, que incluiría recortes fiscales, más inversión en defensa, incentivos energéticos, subida del techo de deuda y reducción del gasto público.