El gobierno australiano ha impuesto una batería de sanciones contra 11 bancos y entidades gubernamentales y dos oligarcas rusos con intereses comerciales en el país oceánico, por la invasión de Rusia a Ucrania.

En la lista de oligarcas rusos sancionados, en la que ya se encuentran 41 personas, se encuentra el empresario Oleg Deripaska cuyos negocios se vinculan con empresas australianas. Deripaska es presidente de la empresa rusa de aluminio Rusal, que tiene una participación del 20 por ciento en la refinería Queensland Alumina Limited (QAL) en Gladstone, en el este de Australia.

Otros gobiernos como el británico también se han sumado a las sanciones contra el empresario. En los últimos años, el magnate metalúrgico no ha podido evitar ser el centro de una serie de disputas políticas de alto nivel que han terminado con la decisión del Gobierno británico de añadirlo a la lista de personas sancionadas como reacción a la guerra de Ucrania.

Deripaska, de 54 años, ya había estado en el candelero por sus vínculos políticos en Reino Unido. En 2008, se vio envuelto en una dura pelea que dejó al descubierto sus relaciones con dos de los personajes más poderosos en la política británica moderna: Lord Mandelson y George Osborne.

Como muchos oligarcas, Deripaska debe gran parte de su riqueza al desordenado derrumbe de la Unión Soviética. Se hizo con el control de grandes activos de aluminio que hasta entonces habían pertenecido al Estado y más tarde los consolidó en el grupo Rusal asociándose con Roman Abramovich (otro de los sancionados). Rusal, que ahora forma parte del Grupo En+ (propiedad de Deripaska), recaudó 1.500 millones de dólares cuando salió a la Bolsa de Londres en 2017.