La empresa rusa de aluminio RUSAL que trabaja en 20 países de los cinco continentes, incluida Ucrania, ha pedido que se investiguen los presuntos crímenes de guerra en la ciudad ucraniana de Bucha.

El presidente de la junta directiva de la multinacional rusa, Bernard Zonneveld, señala al respecto que “los informes de la ciudad ucraniana de Bucha nos sorprendieron. Creemos que este crimen debe ser investigado a fondo. Apoyamos una investigación objetiva e imparcial de este crimen y pedimos un castigo severo para los perpetradores. No importa lo difícil que parezca en el contexto de la guerra de información en curso”.

Zonneveld añade que “a pesar de la brutalidad de los acontecimientos actuales en Ucrania, tales incidentes hacen que esta terrible tragedia sea aún más traumática. Todos deseamos un pronto fin a este conflicto fratricida, que destruye vidas, familias y ciudades enteras y queremos que los responsables de tales crímenes sean debidamente sancionados”.

Bernard Zonneveld, de nacionalidad holandesa, califica los impactantes informes de Bucha como un «crimen». “Pedimos una pronta resolución pacífica de este conflicto, para preservar vidas humanas de valor incalculable y volver a la normalidad”, concluye.