En Brasil, los squeeze han llegado para quedarse. La botella de aluminio para agua que significa apretar en inglés, que atesora cada vez más seguidores debido a la sostenibilidad. El producto une funcionalidad, conveniencia y practicidad para el consumo sobre la marcha
En este sentido, Assunta Napolitano Camilo, directora del Instituto de Embalaje, afirmó que en otros países, el producto se utiliza en la categoría de agua como una solución rellenable, reutilizable y reciclable.
En los Estados Unidos, por ejemplo, Flowater ha instalado estaciones de recarga de agua potable en gimnasios, escuelas, hoteles y tiendas minoristas y ofrece una botella de aluminio a los consumidores.
En Brasil, hay iniciativas, sin embargo, el mayor enfoque ha sido en el formato de latas de aluminio proporcionadas por las marcas como son Minalba; Am, de Ambev; Lindoya Summer Speciali; Agua Mamba; Crystal, de Coca-Cola.
«La creciente demanda de sostenibilidad de los consumidores contribuye a la aceptación de este formato de envase en la categoría de agua. Además, es una forma de mantenerse hidratado con funcionalidad, conveniencia y practicidad para el consumo sobre la marcha», dijo Assunta.
El proceso de reutilización ahorra alrededor del 95% de la energía eléctrica en comparación con la producción primaria. La pureza del aluminio también asegura un agua inodora sin sabor residual. La botella de aluminio es la pantalla misma del producto, por lo que elimina la necesidad de una etiqueta y amplía el área de comunicación de la marca.
El aluminio es un material fuerte, ligero y extremadamente durable. Y 100% reciclable. A diferencia de muchos otros materiales, el aluminio no pierde sus características en el proceso de reciclaje. Eso significa que puede ser reciclado continuamente sin pérdida alguna de su calidad. Además, solo se necesita el 5% de la energía para el reciclaje: se evitan 9 toneladas de CO2 por kg en cada ciclo de reciclaje. La única limitación actualmente es la disponibilidad de material de desecho.
Debido al largo ciclo de vida del aluminio en muchas aplicaciones, la chatarra de aluminio disponible actualmente cubre solo el 40 por ciento de la demanda mundial. Este porcentaje definitivamente crecerá debido, entre otros, a la renovación mundial de los edificios. Sin embargo, aumentar el contenido de reciclado no afectará al impacto ambiental, ya que todos los desechos de aluminio disponibles se reciclan al máximo.