El ecodiseño es una técnica que tiene como objetivo reducir el impacto negativo en el medio ambiente de los envases mediante pequeñas modificaciones, tales como aumentar la cantidad de unidades que se pueden transportar o mejorar su reciclaje. Esto fomenta un consumo más consciente y sostenible en términos ambientales.
El ecodiseño es una técnica que se enfoca en el impacto ambiental de los envases desde su creación, buscando formas sencillas de reducirlo sin afectar las propiedades o funcionalidad del objeto. También busca mejorar el transporte y la distribución, aumentando la cantidad de productos que pueden ser cargados en un palé, por ejemplo. Todo esto evitando comprometer la resistencia del producto, como disminuir la cantidad de plástico en una botella o utilizar latas de aluminio más delgadas que puedan romperse durante su traslado. Además, esta técnica también tiene en cuenta la calidad del producto al elegir el tipo adecuado de envase, como un brik para legumbres que no altere negativamente su sabor o textura.
En los últimos años del siglo XX, se comenzó a hablar sobre el concepto de ecodiseño como una teoría en la que los fabricantes buscaban formas de disminuir el daño al medio ambiente antes de producir algo, en lugar de tratar de remediarlo después. Actualmente, el ecodiseño ha evolucionado y ha pasado de ser solo una idea teórica a convertirse en una práctica común en la industria manufacturera. Según datos de Ecoembes, en los últimos dos años más de 2.000 empresas españolas han implementado 7.694 medidas para reducir el impacto ambiental de sus envases, lo que ha evitado la emisión de casi un millón de toneladas de CO2 a la atmósfera.
El ecodiseño se basa en cuatro principios fundamentales que son esenciales para crear un diseño sustentable y amigable con el medio ambiente. Estos principios incluyen la utilización de recursos y materiales renovables, la reducción del impacto ambiental durante toda la vida del producto, el estímulo al reciclaje y reutilización de materiales, y la consideración del ciclo completo del producto en su diseño. Estas bases sirven como una guía para que los diseñadores puedan desarrollar productos que sean respetuosos con el medio ambiente y sostenibles.
A pesar de que a veces no se le da suficiente reconocimiento al trabajo de ecodiseño, su impacto es considerable y hay áreas importantes en las que los fabricantes están trabajando para mejorarlo. Rikardo Minguez, encargado del máster de Economía Circular Aplicada a la Empresa en la Universidad del País Vasco desde hace cinco años, tiene claro que el ecodiseño es clave para impulsar una economía circular. Un buen ejemplo de cómo se puede optimizar un envase utilizando esta técnica son las botellas de plástico. Alrededor del 25% de las empresas que implementan medidas de ecodiseño buscan reducir el peso de los envases, lo que tiene un impacto positivo en el consumo de materias primas. Gracias a la reducción del grosor y gramaje de los materiales, se ha logrado disminuir la huella de carbono al permitir transportar mayor cantidad de producto en un mismo vehículo. Aunque en el caso de las botellas de plástico, su ligereza ya había sido considerada anteriormente, su reducción de peso ha tenido un efecto significativo en la disminución del uso de hidrocarburos como materia prima.
Actualmente, el reciclaje se ha convertido en una estrategia eficaz para dar una nueva utilidad a materiales que antes eran considerados desechos. Este proceso nos permite reutilizar y transformar distintos productos con el objetivo de disminuir la contaminación ambiental y fomentar un estilo de vida más sustentable. Al reciclar, se crea un ciclo constante en el uso de materiales, evitando su eliminación en basureros y permitiendo su reintegración en la industria económica. Es esencial tomar conciencia sobre la relevancia del reciclaje y adoptarlo como parte de nuestras acciones diarias para colaborar en la creación de un mundo más limpio y saludable.
La capacidad de un material para ser reutilizado después de ser procesado en una planta especializada se conoce como reciclabilidad. En el caso específico de las botellas de plástico, su nivel de reciclabilidad será más alto si no se les añaden tintes o colores. Si el envase es transparente y sin color, podrá ser utilizado nuevamente como tal tras ser reciclado, pero si tiene algún color como azul o verde, su uso estará restringido ya que no podrá volver a ser transparente.
Es crucial que los elementos del envase sean compatibles entre sí para que funcionen de manera adecuada. Por ejemplo, si una botella está hecha de PET y el tapón de PP, ambos son plásticos pero deben tener densidades diferentes para facilitar su separación. Esto demuestra que aunque sean distintos, pueden trabajar en conjunto. Además, se proyecta que el próximo año un tercio de las medidas de ecodiseño se enfocarán en mejorar la reciclabilidad del producto según Ecoembes.
Actualmente, se está trabajando en la creación de envases más pequeños y prácticos que tengan menos materiales. Esta tendencia busca disminuir la cantidad de desperdicios y promover un consumo más eficiente de productos. Además, estos envases compactos son fáciles de transportar y almacenar, lo que los hace una opción conveniente para los compradores. Con esta nueva estrategia, las compañías también buscan reducir gastos de producción y ofrecer alternativas más sostenibles con el medio ambiente.
Para disminuir el impacto en el medio ambiente, es importante usar menos materiales en los empaques ya que esto facilita el proceso de reciclaje y disminuye la pérdida de recipientes homogéneos.
Es importante reciclar correctamente el corcho de una botella de vino, ya que no debe ser desechado junto al envase en el contenedor verde. Lo mismo aplica para las tapas metálicas de los tarros de vidrio, que deben ser colocadas en el cubo amarillo y no en el verde como muchas veces se piensa.
El concepto de ecodiseño se utiliza para desarrollar envases y embalajes que sean más respetuosos con el medio ambiente. Este enfoque no solo se aplica a productos como botellas de agua o latas de bebidas, sino también a la forma en que se empaquetan y se distribuyen los artículos en supermercados y durante su transporte.
El término «embalaje secundario» se utiliza para describir la combinación de múltiples envases en un paquete. También estamos viendo un cambio en el empaque de latas de bebida, donde se están utilizando materiales como cartón y pegamento en lugar de las tradicionales anillas de plástico.
Según información de Ecoembes, aproximadamente un 11% de las tácticas de diseño sostenible tienen como objetivo principal eliminar elementos del empaque, especialmente el embalaje primario que consiste en más de un material. Se planea además agregar nuevas etiquetas que contengan información relevante para los compradores.
La etiqueta de los envases nos proporciona información sobre si están fabricados con plástico reciclado. De acuerdo a una ley europea aprobada en 2019, se espera que para el año 2025 al menos un 25% de las botellas de PET utilizadas en bebidas sean hechas con material reciclado. Esta cantidad aumentará al 30% para el año 2030.
En la actualidad, la mayoría de los productos cuentan con etiquetas o indicaciones en su empaque que indican el tipo de contenedor adecuado para su reciclaje. Esta información es crucial cuando el producto está hecho de materiales diferentes y debe ser depositado en contenedores distintos. Por ejemplo, una caja de cartón (que debería ser reciclada en el contenedor azul) con una ventana de plástico transparente (que debería ir al contenedor amarillo) para poder ver su contenido.
El aprendizaje no solo se basa en conocer teorías, sino también en llevarlas a la práctica. Una vez que se entiende la teoría, es crucial aplicarla para verdaderamente comprender y asimilar los conceptos. Esto es válido en todas las áreas, desde la ciencia hasta el arte e incluso en situaciones de la vida diaria. A través de la experiencia práctica, se pueden realizar ajustes y mejoras a la teoría original, lo que conduce a un mayor dominio y comprensión del tema. En resumen, no es suficiente con solo tener conocimiento teórico, también es esencial aplicarlo para un aprendizaje completo.
La tendencia de presentar los helados en cajas ha generado una gran revolución en la manera en que se disfruta y consume este famoso postre. En vez de utilizar los típicos conos o vasos, varios locales ahora ofrecen sus helados en cajas, lo cual permite una presentación más original y llamativa. Esta nueva forma de servir los helados está ganando popularidad y ha tenido un gran impacto en el mundo culinario.
Recientemente, Eroski, una cadena de supermercados, implementó un proyecto de ecodiseño en su caja de helados bombón con cuatro unidades. El propósito de esta iniciativa era disminuir el impacto ambiental y lograr una utilización más eficiente de los materiales, además de ahorrar espacio en el almacenamiento. Esta simple caja de cartón es el resultado de un trabajo minucioso y enfocado en la sostenibilidad.
Una guía desarrollada por Ihobe y Ecoembes se basa en una experiencia particular para explicar el proceso de rediseño de la caja de cartón y el envoltorio de plástico utilizado en los helados. Se tuvieron en cuenta varios factores, como el tipo y la cantidad de materiales utilizados, así como aspectos menos obvios, como el consumo de energía para decorar y cortar el envoltorio, así como la cantidad de metal utilizado en los palitos.
La reciente propuesta de diseño consistió en modificar la forma en que los helados están dispuestos, creando dos capas con dos unidades cada una. También se decidió resaltar el símbolo que indica que el envase es reciclable, con la intención de generar conciencia en el consumidor sobre la importancia del reciclaje.
Como resultado, se consiguió reducir los gastos en materiales de empaque y embalaje, además de obtener una mayor capacidad de carga en los pallets y una mejor exhibición en las estanterías de los supermercados.