Coca-Cola podría incrementar el uso de botellas de plástico en lugar de envases de aluminio si se implementan las recientes subidas arancelarias propuestas por el expresidente Donald Trump, según declaró el martes su CEO, James Quincey.

Durante la llamada de resultados de la compañía, Quincey explicó que cuentan con opciones alternativas de empaquetado para adaptarse tanto a los costos como a las preferencias del mercado.

“Si el precio del aluminio sube demasiado, podemos apostar más por las botellas de PET [plástico]”, comentó, según información de CNBC.

Aunque esta acción parece estar enfocada en China, lo cierto es que Estados Unidos importa una cantidad relativamente baja de acero directamente de ese país. A pesar del posible impacto en los costos, Quincey restó importancia al efecto que esto tendría en la compañía.

Para compensar el impacto de los aranceles, Coca-Cola podría optar por abastecerse de más aluminio dentro del país o trasladar parte del aumento de costos a los consumidores, señaló Quincey.

Sin embargo, un cambio hacia más envases de plástico podría generar críticas, dado que la empresa ya ha sido cuestionada por su impacto ambiental.

De hecho, Greenpeace ha señalado a Coca-Cola como el mayor contaminador plástico del mundo durante seis años consecutivos.

Aunque el aluminio es más costoso, su tasa de reciclaje es significativamente más alta: en 2018, el 50,4% de las latas de bebidas fueron recicladas, en comparación con solo el 29,1% de las botellas de PET, según la Agencia de Protección Ambiental.

A pesar de que en los últimos años la compañía ha aumentado la oferta de envases de aluminio, recientemente redujo sus metas de sostenibilidad, estableciendo un objetivo de contenido reciclado del 35% al 40% para 2035, en lugar del 50% que se había propuesto alcanzar en 2030.