MEDÍA 210 CM Y PESABA UNOS 450 KG, DE LOS CUALES LA MITAD ERAN PILAS.

Inmediatamente despues de la Segunda Guerra Mundial, American Can Company, que ya era líder del sector, quiso crear un nuevo soporte para ganar espacio en los periódicos locales. El marketing ideó la mascota «Canco Charlie», un imponente autómata de latas metálicas con cabeza de muñeco de ventrílocuo.

Medía 7 pies (210 cm) y pesaba unos 450 kg, de los cuales la mitad eran pilas necesarias para moverlo. De hecho, Charlie era capaz de dar la mano, mover la boca, poner los ojos en blanco, silbar a las chicas guapas y bailar una animada rumba. American Can Co. lanzó el Robot en la edición de 1950 de la convención anual de la National Canners Association con el nombre de «Prince Alloy Can», rápidamente cambiado por el más simpático de «Canco Charlie».

Para sacarle el máximo partido, Charlie fue colocado en un camión-remolque y enviado por todo el país como «Embajador de Buena Voluntad», parando en las ferias del condado y silbando a las chicas guapas. Además de asistir a las inauguraciones de las nuevas fábricas de Canco, Charlie participó activamente en la campaña para solicitar donaciones de sangre. Más tarde, la Comisión de Seguridad Vial de Maryland reclutó a Charlie para su campaña de conducción segura:
aparecía por comunidades de todo el estado diciendo a los conductores que «frenaran y vivieran» y a los peatones que «miraran antes de salir».

La última aparición de Canco Charlie fue en octubre de 1953 en la planta de Canco Fairport, exactamente donde se fabricaron industrialmente las primeras latas de doble cierre unos 50 años antes.