Premiar al consumidor estadounidense por reciclar sus latas de bebidas. Esta es la iniciativa que el estado de California, en el oeste de EE.UU., está promoviendo actualmente. Actualmente tiene una reserva de 600 millones de dólares en depósitos no firmados de latas y botellas de aluminio reciclables y de los que ahora quiere devolver una parte a los usuarios.

Para alcanzar dichos objetivos, la administración californiana ha establecido un plan para que los 40 millones de residentes del estado reciclen más y les devuelvan más depósitos duplicando temporalmente a diez centavos el reembolso por una botella o lata de 355 mililitros. Por ahora, California paga 10 céntimos de dólar por los envases de más de 24 onzas y eso se duplicaría temporalmente a 20 céntimos. Este importante impulso situaría a California entre los estados con uno de los programas de reciclaje mejor pagados de Estados Unidos.

Rachel Machi Wagoner, directora del departamento de Reciclaje y Recuperación de Recursos de California, señala que «el esfuerzo ayudaría a California a volver a ser el líder del reciclaje que fue hace 35 años, cuando inició su programa de reembolso en efectivo».

En California, cuando alguien compra un refresco de tamaño normal, se aplica un cargo de 5 céntimos de dólar que puede recuperarse si se devuelve el envase para su reciclaje.  No obstante, el cargo por el depósito seguiría siendo el mismo, mientras que el importe de la devolución aumentaría el doble. El objetivo principal es elevar la tasa de reciclaje de los envases de bebidas del 70% al 80% como mínimo.

Jamie Court, presidente del grupo de defensa de los consumidores Consumer Watchdog, destaca que «el plan es un paso muy positivo y una propuesta audaz para devolver el dinero a la gente» a lo que añade que “ese dinero no le hace ningún bien a nadie sentado en el banco. Necesitamos un arreglo estructural completo, pero este es un buen paso intermedio».

Aunque los estados norteamericanos de Oregón y Michigan también ofrecen devoluciones de 10 céntimos, el importe de las latas de aluminio y otros envases de bebidas ha sido suficiente para que los consumidores reciclen al menos nueve de cada diez envases.