Suvinil, la marca de pintura decorativa de BASF, anunció la mejora y actualización de su programa de logística inversa en Brasil, con el objetivo de acomodar la eliminación adecuada de la pintura sobrante, así como el reciclaje de envases de acero.


Y es que el 86% de los consumidores brasileños tiene que lidiar con restos de pintura después de terminar de pintar. Sin embargo, solo el 25% conoce la forma correcta de deshacerse de los envases usados. Para atender dicha demanda, Suvinil creó, con rotundo éxito, su propio programa de logística inversa para que los clientes puedan llevarlo al destino correcto.


Además, recordar que las empresas de pintura deben desechar los envases directamente a los recicladores u operadores logísticos. Por eso, los cubos de plástico, aerosoles o latas de aluminio vacías se pueden dejar directamente en una tienda de reventa asociada a Suvinil. “El vendedor/empleado recibe y almacena el material en un tambor identificado. Luego, programa la recolección por WhatsApp. Los descartes permanecen en la tienda hasta que un operador los recoge en camión y los lleva para su clasificación”, explicaron desde la compañía.


Las pinturas sobrantes de la logística inversa post-consumo pasan por el análisis de Suvinil. Si es posible donarlos a alguien o algún proyecto asociado, esto se hace. De lo contrario, todo se descarta correctamente. Los envases se separan y se dirigen a los recicladores. De esta manera, pueden convertirse en nuevos materiales, cerrando el círculo.
En cifras el impacto ambiental es muy positivo ya que esta iniciativa ha generado más de 12.000 kg del material recogido, un 45,4% de reciclaje, 3,1 millones de litros de agua ahorrados, un ahorro de energía de 391kWh.