Ball Corporation ha anunciado su intención de reciclar hasta el 90% del aluminio que produce para el año 2030. La empresa lanzó un comunicado donde también ha informado que en este año se ha alcanzado el 79% de producción utilizando aluminio reciclado. Esto se consiguió, gracias a la inversión de 60 millones de dólares en el parque industrial de Burzaco (Buenos Aires, Argentina)

La compañía, que cuenta con representación en 70 países en América, Europa, Asia y África y cuenta con una plantilla de 21.500 empleados a nivel mundial.

El propósito principal de esta iniciativa es promover prácticas sostenibles, pero también tiene un beneficio económico ya que, en el año 2023, el 86% de los ingresos totales de la corporación provenientes de envases hechos con aluminio reciclado alcanzaron una suma de $13.000 millones.

Hace más de 25 años, en 1995, la empresa Ball Corporation decidió establecerse en Argentina y abrió dos fábricas ubicadas en el área metropolitana de Buenos Aires. Una de ellas se encuentra en el Parque Industrial Almirante Brown, en Burzaco, y se dedica a producir envases para bebidas. La otra se encuentra en el Parque Industrial de Garín y se encarga de fabricar recipientes para insecticidas, desodorantes y otros productos relacionados con la cosmética y la limpieza.

La empresa Ball Corporation ha informado que la tasa de reciclaje de sus latas de aluminio sigue en aumento tanto a nivel mundial. Gracias a esta tendencia, se estima que actualmente un 70% de todas las latas del mundo son recicladas, lo cual convierte a este envase en una alternativa sostenible.

Argentina se encuentra en una posición favorable dentro de la región, con un índice del 79%, por encima de la media regional que es del 76%. Otros países de América del Sur donde Ball tiene presencia presentan cifras más altas, como Brasil y Paraguay con tasas del 100% y 90% respectivamente. En contraste, Chile cuenta con una tasa baja del 33%.

La empresa radicada en Denver, Estados Unidos, es la principal productora de latas a nivel mundial. Su objetivo es llegar al 90% de aluminio reciclado en sus envases para el año 2030, y actualmente ya ha logrado un 70% a nivel global, lo que significa un aumento del 8% en los últimos tres años.

Julia Pinto, quien lidera el área de Sostenibilidad y Relaciones Públicas en Ball Corporation para América del Sur, destacó que la circularidad de los envases es una parte fundamental del Plan de Transición Climática de la empresa, ya que representa el 50% de las iniciativas para reducir emisiones en 2030. Reciclar es esencial para lograr la descarbonización de los negocios y asegurar la sostenibilidad como valor irrenunciable para Ball. En un contexto global de retos ambientales, las latas de aluminio son un ejemplo representativo del compromiso tanto a nivel individual como empresarial hacia un futuro más sostenible.

Según lo destacado por Ball, es importante tener en cuenta que aproximadamente el 75% del aluminio producido en toda la historia aún sigue siendo utilizado en diferentes actividades en todo el mundo. Esto demuestra cómo el ciclo de vida de la lata es un ejemplo de cómo se puede lograr la sostenibilidad a largo plazo.

El proceso de reciclado suele tardar máximo 60 días en completarse. Todo comienza con el consumidor que elige una lata del estante, la consume y la desecha. Si se realiza un descarte adecuado, la lata es enviada al reciclaje, refundida y transformada en bobinas de aluminio que serán compradas por los fabricantes de latas.

Ball, junto a otros actores, utilizan la bobina para crear una lata que luego es enviada al cliente. El cliente se encarga de llenar la lata con su producto y devolverla a las estantes en tan solo dos meses. De esta manera, la lata desechada se recicla y vuelve a estar disponible en las góndolas, iniciando un ciclo de vida continuo y cerrado.

En el año 1959, la lata de aluminio se introdujo en la industria de las bebidas y desde entonces ha tenido un gran impacto, ya que su proceso de producción es sencillo, permite un transporte eficiente y puede ser reciclada y reutilizada.

Según los expertos, las principales ventajas que los consumidores valoran al elegir bebidas en lata son la practicidad, el enfriamiento rápido y el tamaño adecuado para una sola persona. Este tipo de envase permite que la bebida conserve su temperatura y se enfríe más rápidamente que otros. Además, resulta más económico en términos de logística y transporte en comparación con el vidrio.