La industria de la pesca del atún se enfrenta a un período crítico. Entre los factores que agravan la competitividad están el largo alcance de la pandemia, el conflicto entre Rusia y Ucrania, y el persistente aumento de los precios. Estas circunstancias plantean nuevos desafíos para un sector con una economía complicada. Estas son algunas de las principales conclusiones que se han alcanzado en el XI World Tuna Conference ‘Leading in uncertain times’ organizado en Vigo por la organización Anfaco-Cecopesca.
Desde la asociación destacan que «reactivar un consumo afectado por la espiral inflacionista se posiciona como uno de los principales desafíos de una industria resiliente y clave en el abastecimiento de alimentos nutritivos. A este respecto, ha quedado constatado que los datos científicos avalan que el consumo de pescado y en particular el atún es garantía de una mayor esperanza y calidad de vida. Esto refuerza el trabajo de la industria del atún en la aportación de valor a la categoría, a través de la innovación, posicionándose como clave la necesidad de una comunicación efectiva y la innovación emocional para responder a la demanda de un consumidor, preocupado por la salud y la sostenibilidad».
Otra de las conclusiones señala que dentro del contexto de sostenibilidad, todas las partes involucradas en la industria atunera se mantienen comprometidas a trabajar por una administración responsable y viable de los recursos marinos. La presión sobre algunas especies y océanos ha hecho que todos los actores deban adoptar medidas de conservación y ordenamiento acordes con los datos científicos para garantizar que estén ordenados correctamente. Además, la trazabilidad digital y el manejo de datos digitales son cada vez más importantes para satisfacer esta nueva demanda en este ámbito en particular.
Se ha demostrado que la sostenibilidad de las pesquerías está muy relacionada con el reparto adecuado de los derechos sobre la pesca y el control de las actividades ilegales como la INDNR. A pesar de esto, se observa que el estado actual del stock de atunes es satisfactorio en general.
La recolección de materiales necesarios para la transformación de atún es una tarea que actualmente enfrenta la industria alrededor del mundo, debido a los desafíos económicos enfrentados, destacaron desde dicho congreso.
Además añaden que «el sector se encuentra en plena transformación sostenible y digital, por lo que se ha consensuado que la innovación y la tecnología son apuestas clave para una transición exitosa. Embarcaciones optimizadas y con diseño inteligente permiten asegurar una mayor eficiencia y con ello un futuro más sostenible de la pesca. Por su parte, ha quedado de manifiesto que la tecnología de drones 4.0 es una realidad para mejorar la eficiencia pesquera y la sostenibilidad de los recursos marinos. En las plantas transformadoras de atún la revolución digital y 4.0 se traduce en el uso de la ciencia de datos, la inteligencia artificial y el internet de las cosas para un mayor rendimiento y robótica para incrementar la productividad. Transformar datos en conocimiento es la base de las fábricas conectadas e inteligentes».
En la XI Anfaco World Tuna Conference, los representantes del sector atunero consideraron esencial fijar acuerdos comerciales justos que estuvieran controlados con el propósito de cumplir los estándares ambientales, de seguridad alimentaria y sociales para asegurar un balance en la cadena de valor del producto.