La patronal conservera Anfaco finalizó con éxito el proyecto europeo Fish4Fish. Gracias a esta iniciativa pionera se ha conseguido el desarrollo de envases activos y sostenibles para productos de la pesca a partir de biorresiduos de crustáceos, aportando un nuevo valor a estos residuos, con desperdicio cero.
En concreto, el proyecto Fish4Fish, centrado en potenciar la bioeconomía azul, nació con el objetivo de culminar un negocio rentable para los productores, la industria de transformación y las empresas alimentarias. El objetivo de ANFACO fue el de producir quitosano a partir de material residual de la industria procesadora de productos marinos, en este caso principalmente a partir de residuos de gamba/langostino, y otros procedentes de biorrefinerías como la lignina, con el fin de fabricar envases de alto valor añadido para alimentos. Asimismo, desde ANFACO también se validó el empleo de los nuevos materiales de envasado para su aplicación con productos marinos.
En concreto, la quitina es el polímero con mayor abundancia en el planeta detrás de la celulosa, y en el caso de los residuos de crustáceos como los empleados en el FISH4FISH supone entre un 15-20% del peso del material en base seca. En el proceso se trata de aislar la quitina a través de procesos de despigmentación, desproteinización y desmineralización, para posteriormente proceder a la etapa de desacetilación que proporciona quitosano, un polímero que cuenta con diversas aplicaciones de elevado interés comercial, por características tales como su nula toxicidad, así como su biodegradabilidad y su biocompatibilidad.
Así el quitosano se emplea en el campo médico, como un vehículo para la liberación controlada de fármacos, también se usa como agente antimicrobiano, en tratamiento de aguas se ha aplicado para eliminación de metales, y en alimentación se ha aplicado como espesante, como conservante y como material para envases. En este último punto es donde se focaliza el interés del material dentro del proyecto FISH4FISH.
Se trata de producir un material sostenible y funcional para aplicar como envase en productos marinos consiguiendo con ello mejorar la vida útil del producto evitando el deterioro microbiano del alimento.
El proyecto propuso además un aprovechamiento integral de los subproductos empleados, por ello la etapa de desproteinización se lleva a cabo con enzimas para promover no solo la obtención de quitosano/quitooligosacáridos si no también hidrolizados de proteína como co-producto con elevada importancia en múltiples mercados hoy en día. También se evaluará la posibilidad de recuperar astaxantina en alguna de las etapas del proceso.