Aluminium Deutschland (AD), anuncio que estrena nuevo presidente al frente de la entidad. La elección recayó unánimemente en Rob van Gils, CEO de Hammerer Aluminium Industries. Su anterior presidente, Hinrich Mählmann abandonará su puesto tras siete años en el cargo.
Para esta elección se esperaban cinco candidatos: Rob van Gils, CEO de Hammerer Aluminium Industries; Volker Kampen, director administrativo de Nordic Holding; Wilfried Knaake, co-gerente y vicepresidente corporativo del grupo Schüco International AG y varios más representantes de las principales empresas alemanas. La decisión recayó en Gils por unanimidad porque asumió que cumpliría los mismos objetivos que busca AD para impulsar las exportaciones y mejorar la situación laboral.
Tras el citado nombramiento, el nuevo presidente de AD, Rob van Gils, destacó: «Me gustaría agradecer a los miembros de la asociación por su confianza y esperar la nueva tarea, que está asociada con un enorme desafío. Quisiera dar las gracias al Dr. Mählmann, que modernizó la asociación durante su mandato y afinó su perfil. Nunca ha sido más urgente de lo que es hoy: la industria del aluminio se enfrenta actualmente a la que probablemente sea la prueba de resistencia más dura de su historia. La evolución de los precios en los mercados energéticos priva a gran parte de la industria alemana de su competitividad, con las correspondientes consecuencias para el empleo en las empresas. Es precisamente en esta situación que la Oficina tiene una responsabilidad especial».
Una encuesta reciente de miembros realizada por AD muestra que aproximadamente cuatro de cada diez empresas de la industria alemana del aluminio se han asegurado con electricidad para fines de 2022 y tendrán que comprar a precios significativamente más altos ya en 2023, es decir, en poco más de tres meses. Lo mismo se aplica a la adquisición de gas. Para un 30 por ciento adicional, este será el caso a partir de mediados de 2023.
Al respecto, Gils añadió que ya se están observando los primeros cierres de plantas en Alemania y Europa debido a los altos precios del gas y la electricidad. «La mayoría de las empresas de la industria del aluminio se han asegurado con energía durante un cierto período de tiempo actuando con previsión. Para algunos, sin embargo, el árbol ya está ardiendo», remarcó.
Por lo tanto, el período de acción política es muy limitado. Gils alerto de que «estamos hablando de unos pocos meses, si es que lo hacemos. Los políticos ahora deben traer rápidamente alivio para la industria intensiva en energía en camino, para que Alemania no se convierta en el ‘Cinturón de Óxido’ de Europa. También debe tener en cuenta que la demanda de aluminio aumentará en el curso de la transición energética y de transporte y que esto también tiene potencial para la ubicación y el empleo. Con las condiciones marco adecuadas, podemos convertirnos en el motor de empleo en la transformación de la industria europea».