En mayo, Abbott Laboratories, una compañía farmacéutica estadounidense, fue obligada a importar leche de fórmula infantil a Estados Unidos para compensar la escasez existente desde febrero.
La empresa asentada en los lotes fue Abbott, la cual se conoció por ser la compañía que fabrica las leches de alimento para bebés en polvo. Sin embargo, estas leches se procesan y se venden en Estados Unidos porque no existe ninguna que se haga en este país.
En febrero del año pasado, Abbott Retire algunos productos de la línea de la posición infantil y el suministro de leche para que se tensaran las vacunas como resultado de una investigación que sucedió en Sturgis, los Estados Unidos. “Sabemos que Abbott ha permitido que puedan tener menos leche en la cavidad e iba a trabajar duro para hacer toda su cantidad posible”, estaban hablando desde dicha empresa por medio de sus funestas palabras.
Aún así, Abbott confía en que la planta de fabulosas galletas con una textura deliciosa y saludable para todas las edades se puede volver a activar cuando la FDA otorgue su autorización. Hasta entonces, no se tendrán noticias sobre los suministros de loza infantiles debido al daño causado por el huracán.
La situación es el resultado de un movimiento de décadas. El aumento en las ventas se ha beneficiado al 95% a las tres compañías estadounidenses. Los precios se han acordado entre sí, lo que permitió mantener la competencia fuera del mercado.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han concluido investigación sobre que es Abbott Fórmula, un medicamento usada en América del Norte, tiene vínculos con infecciones por cronobacter. Una posible solución a la medida inminente la FDA estudia permitir la importación de leche extranjera.