La industria de las bebidas atraviesa un periodo de gran dinamismo, marcado por cambios en los hábitos de consumo, nuevas tendencias de salud y sostenibilidad, y una fuerte apuesta por la innovación. En este contexto, el envase se ha convertido en un elemento estratégico, y la lata de aluminio emerge como un motor de diferenciación y creatividad. Así lo asegura Daniela Tomatti, vicepresidenta Comercial y de Sostenibilidad de Ball para Sudamérica

En Sudamérica, más del 50 % de los nuevos productos se presentan en latas, según Mintel, lo que evidencia la preferencia por este envase. Su ligereza, seguridad y capacidad de conservación, junto con la versatilidad del aluminio, permiten personalización, ediciones limitadas y estrategias de marketing dirigidas a consumidores jóvenes.

Las tecnologías de impresión digital, como Dynamark™ Advanced Pro, permiten lotes pequeños y diseños variables con calidad fotográfica, incluyendo tintas termocrómicas, acabados texturizados y tapas con braille. Esto convierte a la lata en una plataforma de comunicación, más allá de su función de protección del producto, y permite lanzamientos rápidos y campañas de temporada.

Además de la innovación estética y funcional, la sostenibilidad es un factor clave. El aluminio es altamente reciclable: reciclarlo ahorra aproximadamente un 95 % de la energía necesaria para producir aluminio primario, y los envases pueden volver al mercado en unos 60 días. Esto fortalece su papel como solución para un consumo más responsable, añade Daniela.

La combinación de personalización, rapidez en el lanzamiento y compromiso ambiental convierte a la lata de aluminio en un actor central en la transformación del sector de bebidas. Tomatti ha puntualizado además que: tecnologías que antes eran exclusivas de grandes fabricantes ahora son accesibles también para pequeños y medianos productores, democratizando la innovación y diversificando la oferta disponible en el mercado”.

La lata de aluminio deja de ser solo un envase práctico para consolidarse como un símbolo de innovación, experiencia y sostenibilidad, pilares esenciales para el futuro de la industria.