La emblemática abadía de Notre-Dame de Scourmont, donde se elabora la cerveza Chimay desde hace 175 años, ha sorprendido al mercado lanzando la primera cerveza trapense en lata de Bélgica. Esta decisión busca modernizar el formato tradicional y captar la atención del público joven, especialmente de menores de 45 años.

Aunque ya se había probado el formato en mercados como Estados Unidos y Japón, Chimay se convierte en la primera cervecera trapense belga en dar este paso. Hasta ahora, las trapenses belgas, supervisadas por monjes cistercienses, solo se habían distribuido en botellas o barriles. En Bélgica, el 29 % de la cerveza se consume en lata, un envase que ofrece mayor protección frente a la luz.

Según Pierre-Louis Dhaeyer, director general de Chimay, el reto fue mantener la imagen tradicional sin perder autenticidad: “No queríamos alejar a nuestros consumidores habituales, pero sí atraer a nuevos”.

La cerveza estará disponible en latas de 33 cl con tres variedades: Dorée (4,8 %), Rouge (7 %) y Triple (8 %). La compañía también experimenta con una versión sin alcohol, aunque su lanzamiento dependerá de alcanzar la calidad deseada.