Según los últimos datos preliminares publicados por la Aluminum Association, la demanda de aluminio en Estados Unidos y Canadá creció un 3,4 % en 2024 con respecto al año anterior. Esto representa cerca de 27 mil millones de libras, una cifra que supera la media de la última década. Desde 2009, el crecimiento anual compuesto (CAGR) del sector ha sido del 2,5 %, lo que confirma una tendencia positiva y sostenida.

“El consumo de aluminio en Norteamérica estuvo cerca de batir récords el año pasado”, afirmó Charles Johnson, presidente y CEO de la asociación. “Aunque el panorama económico aún tiene ciertas incertidumbres, la industria del aluminio ha demostrado una y otra vez su capacidad de resistencia. Este material es clave para el futuro de sectores como el transporte, los envases, las infraestructuras e incluso la defensa.”

Algunos datos destacados del informe:

  • En 2024, la demanda total de aluminio (producción local más importaciones) en EE.UU. y Canadá fue de 26.969 millones de libras, frente a los 26.087 millones del año anterior.
  • Los envíos de productores norteamericanos alcanzaron los 23.729 millones de libras, lo que supone un aumento del 3,2 % frente a 2023. Este dato excluye las importaciones para reflejar con mayor precisión la actividad de las empresas locales.
  • El consumo de productos semielaborados (conocidos como productos «de molino») creció un 3,4 % interanual.
  • Las exportaciones de lingotes y productos semielaborados desde EE.UU. y Canadá (sin contar el comercio entre ambos países) subieron un notable 12,8 %.
  • El Índice de Nuevos Pedidos Netos para productos de molino cerró el año en 106,29 puntos, un 1,2 % por encima de la media de 2023 (base 100).
  • Por otro lado, las importaciones de aluminio y sus derivados bajaron un 4,2 % en comparación con el año anterior.

La Aluminum Association también destacó que, en la última década, sus empresas afiliadas han anunciado más de 10.000 millones de dólares en inversiones para reforzar la producción nacional. Más de la mitad de esas inversiones se anunciaron a partir de 2021, impulsadas por la creciente demanda de envases reutilizables, vehículos más seguros y eficientes, infraestructuras duraderas y una red eléctrica fiable.