Un equipo de investigadores de Whasington, apoyados por Alaska Seafood Marketing Institute, han descubierto que el nivel de parásitos ha aumentado significativamente en dos especies de salmón de Alaska. El estudio, publicado en Ecology and Evolution, analizó conservas producidas entre 1979 y 2019 para estudiar la evolución de estos gusanos.


Los científicos analizaron 178 latas de cuatro especies diferentes de salmón, encontrando que más de la mitad contenían nemátodos de la familia Anisakidae. Este hallazgo revela cambios importantes en el ecosistema marino de Alaska, posiblemente relacionados con la recuperación de las poblaciones de mamíferos marinos, como señalan los investigadores
Los resultados mostraron un incremento particular en las especies de salmón chum y rosado, mientras que no se observaron cambios significativos en el salmón coho y rojo. Este patrón podría estar relacionado con las diferentes dietas y hábitats de cada especie.


Este aumento de los parásitos podría estar relacionado con la recuperación de las poblaciones de mamíferos marinos desde la implementación de la Ley de Protección de Mamíferos Marinos en 1972. Estos mamíferos son los huéspedes definitivos de los parásitos anisakis, por lo que su mayor presencia podría estar incrementando la prevalencia de estos gusanos en el ecosistema.


El estudio también señala que el cambio climático podría estar jugando un papel importante. Las temperaturas más cálidas podrían estar acelerando el desarrollo de los huevos de los parásitos y alterando la distribución de sus huéspedes, aunque los investigadores advierten que se necesitan más estudios para confirmar esta conexión.


Sin embargo, esta circunstancia no representa un riesgo directo para los consumidores, ya que el proceso de enlatado mata a los parásitos. Podría, eso sí, tener implicaciones para la salud de los ecosistemas marinos y las poblaciones de salmón salvaje, que son fundamentales tanto ecológica como económicamente para Alaska.