Un grupo de investigadores publicó un artículo sobre el desarrollo de una nueva aleación de aluminio cien veces más resistente al daño de la radiación espacial en comparación con los materiales utilizados actualmente en las naves espaciales.
Uno de los investigadores, de la Universidad de Leoben en Austria, y los otros autores mezclaron aluminio con una aleación de magnesio con zinc y cobre a altas presiones y llegaron a una nueva aleación capaz de mantener su forma y rigidez en esta condición.
Asimismo, en un intento para que el material no se volviera quebradizo, lo calentaron a más de 200 grados; de modo que los granos que lo forman eran del tamaño de nanómetros. El procedimiento ayudó a mantener la flexibilidad y resistencia del material.
Posteriormente, en otra fase del proceso de investigación, realizaron nuevas pruebas consistentes en el disparo de diferentes dosis de iones de energía, descubriendo que dicha aleación era cien veces más resistente a las dosis de radiación que el aluminio 6061, ampliamente utilizado en este sector.
Los estudios sugieren que el material podría ser adecuado para futuras naves espaciales y exploración humana en el sistema solar, una aventura que requerirá soluciones que puedan soportar entornos hostiles, aunque no se descartan otros usos.