La asociación empresarial ANFACO-CECOPESCA, ha mostrado su preocupación ante la incertidumbre derivada de las graves tensiones económicas que existen actualmente en el mercado.
Señalan que siendo el conservero un sector esencial y estratégico de la economía, tal y como quedó latente en estos casi dos años de crisis sanitaria, y que asumió su liderazgo en el aprovisionamiento de productos seguros y saludables del mar a la ciudadanía, actualmente sufre las consecuencias de los efectos post-pandemia.
A esto hay que sumarle una subida imparable de los precios. Con unos materiales de acero y aluminio o una energía en valores históricos ante un invierno que se torna largo y frío, una logística estancada en cuellos de botella y cuyas navieras no atisban a normalizar, o unas materias primas revolucionadas con una progresión constante e impredecible que genera, incluso, vigencias de contrato mínimas en plazos récord, la expectativa es máxima.
Según señala Juan M. Vieites, secretario general de ANFACO “en un momento que se presuponía clave para la recuperación de la economía, incluso para la reindustrialización del tejido productivo, las planificaciones apuntan al desánimo por una falta de previsión certera. Los acuerdos comerciales se tornan más difíciles que nunca, con una continuidad en permanente duda que afecta a la seguridad del flujo de operaciones y que alude, directamente, al término desabastecimiento”.
Para Vieites, la prioridad del empresariado es el empleo. “Con 15.000 trabajadores en España, la industria conservera es responsable de aportar riqueza en zonas costeras dependientes de su actividad, y que actualmente podría verse afectada”. Además recalca que “las industrias requieren importar materia prima y organizar producciones just in time para ser eficientes y competitivas frente a terceros países. Un entorno de roturas de stock, o de falta de medios logísticos por tierra, mar y aire, hace entrever la compleja situación que se vive actualmente en el sector”.
También el secretario general de ANFACO añade que “es el momento de manifestar nuestra preocupación actual, que se dirige a la misma viabilidad futura de la actividad. Debemos alertar que, como primera potencia europea, no podemos permitir perder la generación de valor añadido y empleo, y para lo cual solicitamos la sensibilidad de la Administración para que trabaje en mejorar urgentemente la situación”.
Los datos generales hablan solos. El colapso en el transporte por contenedor ha llegado a incluso elevar 600% el coste, el fuel y gas natural duplican un 100% sus valores, y el de la electricidad un 200% su precio respecto 2020. A este panorama, se le suma el aumento en los envases de hojalata y aluminio, marcados por decisiones en China y Estados Unidos, que ya se apuntaban en el mercado de materias primas a inicios de año superiores al 40% en un ‘rally’ inédito.
Para ANFACO-CECOPESCA resulta de vital importancia que la Unión Europea tome medidas de manera urgente y de forma coordinada con impacto internacional, ante la frágil situación en el entorno europeo de la conserva española que continuamente demanda un level playing field, al proveer solamente el 50% del consumo de conservas de atún en la UE.